El producto es lo más importante en tu empresa, trabájalo
Defiende tu producto, no tu precio
Contenido
Las nuevas tecnologías nos han ayudado mucho, a todos, a mejorar, a cambiar, a hacernos crecer y a conseguir que la sociedad y la economía se reactiven y nos demuestren que un nuevo mundo global es posible. El producto se ha convertido en un mero cambio que, al final, ya no interesa, sino que lo único que se quiere conseguir con él es un beneficio económico.
Sin embargo, muchos empresarios están empezando a ver que no son solo ellos los que están devaluando su producto dándole más importancia al precio, sino que los usuarios y sus clientes más habituales también lo están haciendo. ¿Quién no ha escuchado en su establecimiento “¿Y no me haces una rebajita? Mira que en Zara lo tienen igual…”? Pues eso, eso es lo que está pasando.
Cada vez los negocios minoritarios, las pequeñas PYME tienen que pelear no solo con las grandes firmas, sino con las franquicias que se imponen como los regidores de las nuevas formas de consumo, con bajos precio –supuestamente- y con una atención al cliente que no deja nada que desear.
Y ahí estamos, con negocios que, para que salgan a flote parece que hay que pelearse todos y cada uno de los días por el precio y no por el producto o servicio que estamos vendiendo realmente. Por eso, es muy importante que tengamos en cuenta varias cosas para que podamos defender nuestro producto sin tener que estar constantemente recurriendo al precio.
3 errores que cometes que hacen que tu producto no se venda bien
Centrarte solo en promocionar
Parece que cuando se trata de hacer publicidad o marketing, todos nos olvidamos de que somos personas, de cómo nos sentimos en nuestro día a día, qué es lo que nos abruma, lo que no y lo que nos hace exasperarnos. Seguro que muchos pensáis en muchas cosas, entre las cuales la publicidad estará en alguno de esos epígrafes. Y sí, vivimos en un mundo que nos bombardea constantemente con un “compra, compra, compra, ¡¡compra!!”. Sin embargo, parece que cuando hablamos de nuestro producto y queremos hacerle promoción… esto se nos olvida. Por eso, nos encontramos tantos anuncios con la misma idea: “cómprame que soy el más barato y tengo las mejores credenciales”. ¿Quién se cree ya eso? Lo raro es que sigamos intentando vender con esas ya que, al igual que nosotros, nuestra competencia y otras mil empresas más están vendiendo su producto del mismo modo. Trabaja tu blog y no solo promociones tus productos aporta valor
Por eso, lo importante, lo que debes hacer es centrarte en tu producto, en lo que puede representar para tu cliente, en las soluciones que puede suponer si te lo compra a ti. Y ya no solo por el precio, sino porque tu producto tiene eso, ese algo que lo hace especial.
No escuchar a tu consumidor
Al igual que se nos olvida que estamos hartos de que nos bombardeen a base de publicidad cuando queremos promocionar nuestro producto, se nos olvida también que, sin querer, estamos hartos ya de que no nos escuchen. Sí, muchas empresas empiezan a darse cuenta de que lo más importante es lo que dice y pide el consumidor, pero a muchas otras –sobre todo PYME- se les olvida que esto es lo ESENCIAL en una venta. ¿Sabes lo que quiere tu consumidor? ¿Le escuchas cuando te habla? ¿Le estás dando lo que le prometes? ¿Eres cercano a él? Muy pocos empresarios están dispuestos a escuchar al consumidor, olvidándose de que eso de la imposición de pensamientos, ya no se consigue en el S.XXI. Por eso, es muy importante que, si quieres que alguien valore realmente tu producto, escuches lo que te dice tu consumidor. Pero no solo tienes que escuchar lo que te dice él, sino que tienes que escuchar también lo que le dicen a tu competencia.
No sabes elegir los canales adecuados para tu empresa
Eso de “Hay que estar en todas las redes sociales porque sí” ya no se lleva y parece que es algo que se nos olvida. Mucha gente defiende que es por cuestiones de SEO –que puede ser, claro- pero no por eso es necesario estar presentes. Lo peor que se puede hacer con las redes sociales es querer abarcar mucho pero luego no poder atender nada. Que si mailing, Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest, LinkedIn, etc… . Cuales son las mejores redes sociales para tu empresa ? A muchas empresas solo les falta un Tinder para tenerlas todas. El problema de esto es que aunque tienes mil canales para promocionarte, mil canales para escuchar a tu gente y mil formas de conseguir información interesante para ti, ¡no lo haces! ¿Por qué? Porque te abrumas y ya no sabes ni lo que tienes que hacer.
Nuestra recomendación es que elijas dos-tres redes sociales –si es que las vas a gestionar tú solo- y que sean las que más conoces. De este modo, usarlas en beneficio propio será coser y cantar.
Una vez hayas conseguido esto y hayas hecho lo que te proponemos, empezarás a notar la diferencia y a ver cómo tu producto se respeta cada vez más y, por supuesto, tus ventas son mayores. Sin embargo, es muy posible que, a pesar de que tu intención es que te tomen por una marca seria, mucha gente siga sin hacerlo. El problema de Internet es que, además, ha hecho que la gente acceda de forma más fácil y rápida a la información y, por lo tanto, a nuestra competencia. ¿Beneficio o no? Depende de si sabes usarlo en tu beneficio o no.
La guerra de los precios se abrió en el momento en el que una empresa decidió crearse una página web y reventar los precios en el mundo online. Después de ella empezaron a llegar las demás y, por eso, el negocio de a pie, la tienda de toda la vida, ahora se las ve y desea para conseguir un mínimo de reputación y de amor por su producto.
Sin embargo, te aseguramos ya que tú eres el primero que echa por tierra tu producto y su valor. ¿Alguna vez has visto a la grandes firmas rebajarse hasta el precio que dicen los consumidores? Sí, está claro que al consumidor, con los tiempos que corren, lo último que quiere es pagar mucho pero… no solo se les cobra por el producto.
4 formas de defender tu producto
Tiene un valor
Da igual si te estás vendiendo a ti o si estás vendiendo una gorra en la que pone “Cómeme”, lo importante es que lo estás vendiendo. Y para ello, has tenido que pasar por un proceso largo y tedioso, has tenido que pelear y defender muchas cosas que querías y afrontar muchas otras que no querías. Por eso, lo creas o no, tu producto tiene un valor ÚNICO e inigualable. Algo que ninguna otra marca puede tener, porque ese valor es algo que tienes tú, innato, algo que te hace especial a ti y que por lo tanto hace especial a tu producto. Lo creas o no, esto es así. Ahora lo único que tienes que hacer es –si nunca lo pensaste- saber cuál es ese valor y saber defender tu producto a través de él. Puede ser muchas cosas genéricas: calidad, seguridad, belleza, salud… pero ahí es donde tienes que ahondar para conseguir sacar y encontrar qué valor, dentro de esas categorías de valores, es el tuyo.
Profesionalidad
No queremos decir que detrás de una tienda online no haya profesionalidad, muchas veces la hay más que en una tienda física. Lo que sí pensamos es que, en una tienda física hay muchos más esfuerzos que hacer ya que el usuario no llega fácilmente a nosotros, ni entra con las ideas tan claras. A lo mejor entra porque le ha gustado el escaparate, porque ha visto algo llamativo o simplemente porque el dependiente estaba bueno. Nunca lo sabremos. Por eso, el hecho de que montes una tienda, impregna ya a tu producto con un aire de confianza, de profesionalidad porque has tenido que sacar muchas veces las castañas del fuego para conseguir que tu tienda –aunque esté en pleno centro de la ciudad- no sea invisible a los ojos de los transeúntes. Has tenido que aprender a montar escaparates, diseñar la tienda, ser jefe, ser alguien de RRHH, ser publicista, ser economista, ser abogado… Por eso, tu producto tiene profesionalidad y confianza: porque has peleado mucho para llegar donde estás y no tienes por qué dejar que tu producto valga menos de lo que tú crees que es lo correcto.
Haces inversiones de futuro
Vale, ahora las cosas no van muy, muy bien en cuanto al tema de la economía, pero sí que es verdad que tienen que ir a mejor. Si hay algo que tienes que aprender de tu producto y a no dejar que solo mande el precio es que tú no solo estás vendiendo algo sino que estás haciendo una apuesta y una inversión de futuro. Estás ayudando a que la economía se reactive pagando el sueldo de tus empleados, pagando el alquiler, los gastos, haciendo que otras empresas puedan seguir trabajando, aunque no tengas un alcance enorme de ventas. Lo harás poco, pero lo cierto es que consigues mover mucho más de lo que tú crees. Y, por supuesto, estás haciéndolo con visión de futuro porque si todo va bien, ¿no te planteas abrir otra tienda? Eso, por supuesto, lo que hará es que contrates a más gente, que hagas más encargos, que ayudes más a la sociedad…
Tu servicio
Como ya os hemos dicho, no importa si lo que hacéis es simplemente ofrecer un servicio o algo tangible, sea lo que sea estás dando –de forma adicional- un servicio muy importante al consumidor: la atención al cliente. Está claro que muchas webs ya incluyen entre sus tecnologías asistentes web que hacen que el cliente pueda resolver sus dudas, sin embargo, no son para nada como la atención al cliente de toda la vida. Esto es, algo así, como ir a una tienda y probarse las cosas, da más seguridad siempre. Por eso, tienes que hacer que tu producto destaque porque no solo le das algo a una persona a cambio de una remuneración económica, ¡no bases solo tu producto en meras transacciones económicas! Haz algo más y mejor. Enfócalo a lo que le estás ofreciendo también al cliente. Le das mucho más: un servicio preventa, información, asesoramiento, servicio postventa, etc. Y eso sin contar todo lo que ya estés haciendo a nivel online, claro.
Recuerda que, lo que realmente es importante, es el producto y no el precio. No importa el precio que tenga tu producto si sabes cómo venderlo y cómo defenderlo. Al fin y al cabo, la gente es muy consciente de que lo barato, al final, sale caro.